lunes, 26 de septiembre de 2016

Cuando pasa el tiempo.

Han pasado muchos años desde la última vez que nos vimos, quizás unos 10 años. Quizás nuestro encuentro haya sido casualidad, o el destino nos tenía preparado este momento para nosotras, para recordar y rememorar todos eso años de risas, llantos y diversión.

Tan sólo éramos unas niñas cuando nos conocimos, tu tenías esa cara de "niña terremoto" que hacía que todos pensaran que cuando menos se lo esperaban ibas a liar alguna, y que razón llevaban.  Tu flequillo recto y tu pelo a cazuelita te daban un aire de niña buena, que se veía empañado por esos cuatro dientes que te quedaban y por esa cicatriz en el moflete derecho.



Compartimos nuestros mejor años, crecimos juntas. Aún recuerdo el día en que me contaste que te gustaba Jorge, el mismo que a todas. Nos tenía loquitas y por él tuvimos nuestra primera pelea, con 7 años. Nos dejamos de hablar, nos enfadamos, pensábamos que ya no seríamos más amigas, pero nos duró 2 horas. Al final Jorge acabó rendido a los bollicaos, los donuts y las magdalenas, prefería comerse un buen dulce a estar pendiente de una chica a su alrededor.

Fuimos creciendo y nos separaron de clase, pero para todo había solución, fuimos redactando todos nuestros pensamientos, tonterías, ñoñerías en cartas que nos dábamos en el descansito de los 5 minutos, al final de día....



Y apareció David, y tus hormonas revolucionadas en plena edad del pavo te hicieron volverte loquita por él,  tanto que decidiste dejarlo todo y marcharte a emprender una aventura con él allá donde os deparase el destino.

Todo nuestro contacto se perdió hasta hoy. Te he visto después de 10 años, no has cambiado mucho, pero ahora llevas a una niña de tu mano, rubia, con flequillo recto y pelito a cazuela. Ha sido como si te hubiese visto a ti de pequeña.
Tú probablemente ni me has visto, ibas embelesada mirando a David, se que era él porque le mirabas igual que el primer día que pasó por delante nuestro en el Instituto. 

Quizás sea culpa de las dos haber perdido el contacto, quizás algún día volvamos a coincidir, porque tengo muchas cosas que contarte, probablemente nuestros niños tengan la misma edad, y quizás te sorprenderás al saber que Jorge abandonó los donuts, se aficionó al gimnasio y ahora estamos casados.

Tu amiga por siempre.




No hay comentarios:

Publicar un comentario